Si no te gustan los bullicios, ni las multitudes, ni la gente ruidosa…
Si no entiendes que existan en el mundo personas malvadas que perpetren crueldades…
Si anhelas poseer el poder de cambiar las cosas que te disgusten…
¡Enhorabuena!
¡Tienes potencial para ser un ángel!
Los ángeles son antropomórficos o quizá los seres humanos, tengamos cuerpos físicos basados en las criaturas angelicales.
Tal vez fuimos entes angélicos en el pasado, o es plausible que haya que pasar primero por una fase humana, para ir adquiriendo en progresión exponencial: los dones angelicales.
En el fascinante mundo de la angelología, podría ser que nuestros actos mortales, nos hagan medrar en la jerarquía angelical; si obtenemos el premio de recobrar esa naturaleza, mediante méritos humanos.
Los ángeles celestiales están separados por jerarquías; divididos en nueve coros de espíritus angélicos, en función de su rango, autoridad y dominio como agentes divinos al servicio de Yahvé.
Antaño hubo una gran guerra en el cielo, entre los mismos ángeles.
La élite de los leales a Dios, contra la facción de rebeldes, encabezados por Lucifer.
Los amotinados fueron derrotados y arrojados afuera del reino celeste, denominados desde entonces como ángeles caídos.
Un ángel caído sigue siendo un ángel, aunque haya perdido sus alas.
Demonio viene de daimon: inteligencia y conocimiento.
Lucifer de Lucem Ferre: portador de la luz y claridad.
Satanás de Ha-Shatán: cuestionador, opositor y adversario.
Los ángeles son los paladines de Dios; ergo los caídos se convirtieron en demonios del infierno o en antihéroes eremitas, habitantes del mundo terrenal.
Sus poderes son desconocidos por la humanidad, aunque quizá sean capaces de tele-transportarse a cualquier lugar del multiverso.
Unos están en el cielo y los otros en el infierno; ambos hacen incursiones y cumplen misiones en el mundo humano, en el nombre de Dios o del Diablo.
Me preocupan sobremanera los restantes.
Los independientes-autónomos: antihéroes & anti-villanos; ángeles desterrados que no están sojuzgados bajo el yugo ni el mandato de ninguna entidad divina, diabólica o demoniaca.
Con aspecto humano o monstruoso, sus acciones son absolutamente impredecibles; pues no rinden cuentas ante nada ni nadie.
Los ángeles & demonios legítimos que actúan en nombre de Dios o del Diablo, solo pueden utilizar sus poderes en consecuencia directa a las órdenes divinas o demoniacas recibidas; no pueden ejecutar milagros ni portentos, por libre y propia voluntad.
Otro asunto sería el de los ángeles caídos renegados, que tampoco están ya a las órdenes de su antiguo líder: Lucifer Morningstar.
Estos seres independientes y omnipotentes, sí pueden usar sus talentos taumatúrgicos a su libre albedrío, por eso son tan peligrosos.
Intentar detenerlos por parte de los paladines de Yahvé o de Satán, desencadenaría una guerra atroz en la superficie del planeta Tierra, que sería fatal para toda la humanidad.
En la actualidad, esa situación está en un equilibrio muy precario; ergo mientras los ermitaños angélicos rebeldes, no provoquen ningún desastre mediante sus acciones, ni despierten la ira del Supremo Hacedor o de su contraparte El Príncipe de las Tinieblas, se mantendrá entonces el statu quo.
Solo en caso de alguna hecatombe ejecutada por los caídos ascéticos, es cuando se entablaría una nueva gran batalla abierta entre ángeles y demonios; ello conllevaría una guerra truculenta, que implicaría el inicio del tan temido Apocalipsis.
Quizá todos hemos sido ángeles alguna vez y ya no somos capaces de recordarlo; solo los que deseemos recuperar esa naturaleza, podremos mostrar algún síntoma angelical.
Tal vez nunca hemos sido ángeles, porque como humanos, debemos hacer méritos para alcanzar ese don divino.
Incluso es probable que haya humanos descendientes de un linaje de ángeles; pues estos en el pasado, tanto los caídos como los legítimos, sin duda procrearon con especímenes mortales, con las susodichas consecuencias.
Es imperativo poseer una naturaleza angelical, para estar uno avezado en soportar la aberración de una muchedumbre enardecida; solo durante el tiempo justo para planear y ejecutar una fuga de la zona bulliciosa.
¿Qué opinión te merece este post?
¿La angelología despierta tu curiosidad?
¿Piensas que los ángeles caídos conviven entre las personas, mediante una idiosincrasia sobrenatural & paranormal?
Te leo abajo, en la zona de comentarios.
La existencia de ángeles: es una evidencia incontestable de teofanía.