¿Quieres vivir en un mundo de cuento de hadas?
Los paisajes maravillosos y los palacios suntuosos; las hadas y las criaturas elementales.
Todo ello impregnado de magia pura, en forma de luminiscencias.
Los lugares y seres citados están ubicados en parajes recónditos y difíciles de encontrar para los mundanos.
Son sitios seguros, sí, pero no son accesibles para todos.
Del mismo modo que en la realidad cotidiana que transitamos, también en los mundos de fantasía, existen los privilegios.
En los cuentos de hadas hay maldad, tragedia y drama; conviviendo con la beldad y la bondad.
Porque cuando llegan los monstruos, es para arruinar cualquier tipo de fábula.
Entre los humanos suele haber perfiles buenos y malos, en todos los universos.
Ergo añadiendo en la coctelera: el factor sobrenatural & paranormal.
¿De dónde surgen los monstruos perversos, en aquellos mundos de fantasía?
Pues prácticamente de los mismos lados que en el mundo real.
Te lo cuento en susurros; si prefieres no contaminar la excelencia de los cuentos de hadas, te sugiero no seguir leyendo este post.
Ya lo han relatado genios de la talla de Edgar Allan Poe & Howard Phillips Lovecraft:
Todos los demonios brotan de los abismos.
Ya sean de arriba o de abajo.
Arriba: sobre los entes provenientes de la inmensidad del cosmos, no voy a manifestar nada aquí; quizá lo haga en futuras reseñas.
Abajo: las entidades malignas terrenales, proceden de las profundidades del planeta Tierra; o de su respectivo astro paralelo, correspondiente al mundo fantástico referido en concreto.
Las susodichas simas abisales, pueden ser tanto terrestres como marinas.
Dando pie a oleadas de monstruos, con diversas naturalezas elementales:
Acuáticos o con formas acuosas; relativos al aire o con apariencia gaseosa; nacidos del fuego o con aspecto flamígero y los procedentes de la corteza terrestre.
Los seres encargados de contener estas invasiones; conforme a cada elemento, son: hadas, sílfides, dríades, nereidas, genios, ángeles y benévolos mágicos de toda índole.
Sabiendo que el lore es similar tanto en la fantasía como en la realidad…
¿Puedes elegir en esta disyuntiva, adónde desearías amoldarte (si tuvieras la oportunidad) para ejercer tu propia mundología?
¿Eres capaz de adentrarte profundamente, en la mágica madriguera de conejo?
En ese caso, descubrirás que los mundos de fantasía, son más terroríficos de lo que jamás te atreviste a imaginar.
Te leo debajo, en los comentarios.