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En busca de Espartaco

¡No voy en busca de gloria, voy en busca de Espartaco!

Espartaco: hombre culto, tracio de origen noble, guerrero a la fuerza en las tropas auxiliares romanas; gladiador y posteriormente, líder de la revuelta de esclavos más épica de la historia.

Plutarco afirmó que el gladiador-guerrero tracio Spartacus fue reducido por una decena de hombres; después de dar muerte a dos centuriones, cuando trataba de alcanzar la posición de Marco Licinio Craso (pretor y caudillo de las legiones romanas).

El cadáver de Espartaco nunca se halló, ni entre los crucificados ni en los caídos.

El rebelde tracio demostró ser un consumado estratega; obteniendo innumerables victorias, contra todos los ejércitos que Roma enviaba para intentar reducir la insurrección.

Aun así, estuvo desacertado en las decisiones más vitales de su campaña.

Incluso después de la disensión y posterior separación de los veinte mil galos, germanos y algunos itálicos, bajo el mando de Crixus; podría Espartaco haber alcanzado el triunfo absoluto.

Huelga decir que todos los esclavos-rebeldes liderados por Crixo, fueron aniquilados.

Con todas las batallas que el adalid tracio ganó, quizá habría logrado escapar de sus perseguidores romanos, si hubiera puesto el foco en dirigir sus huestes al Norte, hacia los Alpes (lo hizo en principio, pero cambió el plan).

Debería haber seguido la ruta de Aníbal Barca el cartaginés, pero al revés; para refugiarse en Hispania o en cualquier lugar de Europa.

El sueño imposible de Espartaco: regresar a su Tracia natal o huir más allá de Germania, hacia el Este; para perderse entre las tribus bárbaras o tal vez, acometer una odisea hasta el Lejano Oriente.

Desplazarse al sur de Italia, derrotando a todas las legiones con las que se cruzaba, para ser chuleado por los piratas de Cilicia y finalmente arrinconado por las milicias consulares; sin duda fue un «Craso» error.

Sin posibilidad de negociación, las mesnadas de Espartaco plantaron cara a un enemigo con abismal superioridad numérica y militar.

Resultado de la contienda: sesenta mil bajas rebeldes contra mil romanas.

De los esclavos supervivientes, algunos escaparon por las montañas y se diseminaron por toda la Península Itálica; unos huyeron hacia el Norte y otros se embarcaron con los susodichos piratas cilicios.

Los demás sobrevivientes fueron hechos prisioneros por los soldados romanos, y terminaron sus días crucificados a lo largo del tramo de la Vía Apia, entre Capua y Roma.

En las obras de ficción (películas, series de televisión, novelas) acerca de Espartaco, los autores deberían arriesgarse y jugar con la posibilidad de la supervivencia de Spartacus.

En todo caso, seguro que no fue crucificado; si acaso, hubiera muerto a causa de las heridas recibidas en combate.

Yo prefiero pensar que logró escapar malherido, sanó de sus lesiones en alguna recóndita cordillera y fue capaz de huir de Italia, aprovechando que había sido dado por muerto.

Esta realidad alternativa despliega un abanico de oportunidades narrativas y secuelas, tanto en el ámbito literario como cinematográfico.

¿Qué información manejas sobre el antihéroe tracio?

Te leo debajo, en los comentarios.

«¡Yo soy Espartaco!» Spartacus (1960) Stanley Kubrick.

Si deseas más información concreta sobre el personaje histórico, te sugiero leer todos los datos a través del subsiguiente enlace: Wikipedia Espartaco.

También te invito a ver el siguiente vídeo de Youtube, con una exposición muy precisa de toda la campaña: batallas, táctica y estrategia; en relación a la rebelión de Espartaco, dentro de las denominadas Guerras Serviles Romanas…

Por Satur Menchero

Conforme a mi naturaleza de Creepy Writer: germino storytelling directamente desde el sepulcro.

Mi especialización radica en el género narrativo con el que me siento más cómodo, o donde me brotan más ideas creativas.

Me defino a mí mismo como un narrador espeluznante, apasionado por la épica y el misterio; asimismo, con afán de obtener conocimientos arcanos.

Existen diversos nichos y segmentos de mercado, donde profesar mi estilo de storytelling.

Enumero algunos:

Películas, cómics & literatura del género de terror.

Promoción de estrenos cinematográficos & literarios en la susodicha categoría.

Eventos terroríficos en la temporada de Halloween.

Las populares scape-rooms con temática zombi o de misterio.

Comestibles, figuras & juguetes con formas de monstruos.

Viajes organizados y rutas variadas por lugares tenebrosos.

Disciplinas psicológicas (terapias & tratamientos) para afrontar miedos & fobias.

Solo quiero contar historias para ponerte los pelos de punta.

Mi deseo de erizarte los cabellos no es para asustarte.

Quiero provocarte todo tipo de emociones; que disfrutes y sientas placer al leerme.

Es lo que vas a encontrar si me lees:

Fantasía, motivación y bizarradas.

Elegir desarrollar mi método de creepy-storytelling: es relativo al arquetipo del producto o designio que se pone a la venta, así como al cliente ideal para ello.

Es una especialidad aparentemente insólita, pero más popular de lo que uno cree.

Es un género que se hace viral entre tinieblas.

Aunque existen niveles.

Los más radicales no son dignos de ser divulgados.

No recomiendo prestar atención a las historias que se deslizan sinuosas en la oscuridad.

Eres tú quien decide, si deseas adentrarte profundamente en las leyendas más siniestras.

Por todo lo aquí referido, me defino a mí mismo como:

Creepy Writer & Bizarre Storyteller.

Redactor intuitivo de contenido creativo.

Escritor antihéroe & bizarro.

Un narrador antihéroe no es un escritor tradicional.

Ambos perfiles comparten la misma naturaleza pero difieren en los métodos que profesan.

El storyteller antiheroico no cumple a rajatabla con las normas más rígidas de la redacción óptima, sino que las adapta a su discreción.

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