Caminar por el bosque es beneficioso para la salud.
Pasar un tiempo sumergido entre árboles, sin correr ni ejercitarse; simplemente andorreando o sentado, reflexionando en silencio (usando los cinco sentidos y alguno más).
Los resultados son óptimos tanto a nivel físico como psicológico.
En lo más profundo del bosque, lejos de la pisada del hombre; allí es donde se encuentra la sabiduría oculta de los árboles.
Es el mejor lugar para el baño forestal; donde uno puede impregnarse de las sustancias medicinales que se desprenden de la vegetación (aceites estimulantes, anti-insectos, energía y relax).
Para aumentar el efecto sanador, tienes libertad para abrazar a un árbol si lo deseas (con cuidado para que no te coman los bichos, eso sí).
Esta actividad, muy popular en Japón, se denomina Shinrin-Yoku.
Consiste en pasar tiempo en la espesura, sin trotar ni entrenar; solo contemplación tranquila dentro de la arboleda.
Los efectos del baño de árboles son muy positivos, ergo se reciben aceites protectores inmunológicos.
Los bosques mejoran nuestra salud y reducen el estrés.
Los territorios boscosos conceden su sabiduría a todos aquellos que sepan captarla.
Piérdete en la frondosidad y deja que los troncos, las ramas y las hojas te rodeen: relájate y escucha los sonidos de la naturaleza; si eres uno con ella, es posible que asimiles los mensajes que recibas de la Madre Tierra.
El enojo constante perjudica la salud emocional y física; intenta vivir en un estado de firme relajación.
Para lograr la sanación del cuerpo, el equilibrio del alma y la paz de espíritu; es imperativo renunciar a los pensamientos negativos.
El secreto para alcanzar una saludable longevidad es comer la mitad, andar el doble, reír el triple y tener serenidad en el ánimo.
La biblio-terapia también ayuda como método curativo, pues la lectura activa la visión y aumenta la agilidad mental; nutre cuerpo-mente y reduce el nerviosismo.
¿Conoces o practicas el Shinrin-Yoku? ¿Qué otras técnicas utilizas para relajarte? Te leo en los comentarios.