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Vampirismo

De upir a vampiro

El vampiro más imprudente y sanguinario.

Diezmar una aldea entera en una sola noche suele llamar la atención.

Su naturaleza es tanto nocturna como diurna, aun así suele decantarse por la nocturnidad y la alevosía a la hora de alimentarse y perpetrar sus fechorías.

Es el vampiro ruso y ucraniano, también denominado upir.

Los upires son los cadáveres redivivos de herejes, brujas y hechiceros; también son el fruto nacido de la unión sexual entre un hombre-lobo y una bruja. No se transforman mediante la mordedura de otro vampiro. Todo según la tradición del folklore ruso.

Su aspecto es cadavérico: labios retraídos y encías enrojecidas.

Gran variedad de brujas y criaturas diabólicas son definidas como upires, aunque en casi todos los textos rusos, la palabra upir es traducida como vampiro.

Las estacas bendecidas, el agua bendita, la decapitación y la incineración son las maneras narradas para aniquilar a estos seres horrendos.

Para sobrevivir, casi todos los vampiros manifiestan en la actualidad, una apariencia humana normal con la que pasan desapercibidos entre sus víctimas; la sugestión y la seducción son sus armas favoritas, no necesitan largos colmillos, pues ahora se nutren con la energía vital de los humanos, mediante succión, contacto físico o acto sexual.

Vampiros, hombres-lobo, súcubos: diferentes nombres para un mismo tipo de criatura; entes con forma humana animados por un espíritu primigenio y salvaje, poseen habilidades sobrenaturales.

Somos parte del entorno salvaje de la naturaleza; nuestro carácter más noble y feliz se despliega bajo la influencia del medio montaraz, separados de él degeneramos. Solo siendo uno con la esencia indómita que llevamos dentro, nos sentiremos completos y en constante evolución.

Si das rienda suelta a lo susodicho, activarás el don de la licantropía o del chamanismo atávico de tu interior.

Solo una advertencia: debes dominar a tu alma elemental; jamás al revés.

¿Cuál es tu tipo de vampiro favorito? ¿El monstruoso o el camuflado? ¿Qué espíritu indómito se oculta dentro de ti? Te leo en los comentarios.

Por Satur Menchero

Conforme a mi naturaleza de Creepy Writer: germino storytelling directamente desde el sepulcro.

Mi especialización radica en el género narrativo con el que me siento más cómodo, o donde me brotan más ideas creativas.

Me defino a mí mismo como un narrador espeluznante, apasionado por la épica y el misterio; asimismo, con afán de obtener conocimientos arcanos.

Existen diversos nichos y segmentos de mercado, donde profesar mi estilo de storytelling.

Enumero algunos:

Películas, cómics & literatura del género de terror.

Promoción de estrenos cinematográficos & literarios en la susodicha categoría.

Eventos terroríficos en la temporada de Halloween.

Las populares scape-rooms con temática zombi o de misterio.

Comestibles, figuras & juguetes con formas de monstruos.

Viajes organizados y rutas variadas por lugares tenebrosos.

Disciplinas psicológicas (terapias & tratamientos) para afrontar miedos & fobias.

Solo quiero contar historias para ponerte los pelos de punta.

Mi deseo de erizarte los cabellos no es para asustarte.

Quiero provocarte todo tipo de emociones; que disfrutes y sientas placer al leerme.

Es lo que vas a encontrar si me lees:

Fantasía, motivación y bizarradas.

Elegir desarrollar mi método de creepy-storytelling: es relativo al arquetipo del producto o designio que se pone a la venta, así como al cliente ideal para ello.

Es una especialidad aparentemente insólita, pero más popular de lo que uno cree.

Es un género que se hace viral entre tinieblas.

Aunque existen niveles.

Los más radicales no son dignos de ser divulgados.

No recomiendo prestar atención a las historias que se deslizan sinuosas en la oscuridad.

Eres tú quien decide, si deseas adentrarte profundamente en las leyendas más siniestras.

Por todo lo aquí referido, me defino a mí mismo como:

Creepy Writer & Bizarre Storyteller.

Redactor intuitivo de contenido creativo.

Escritor antihéroe & bizarro.

Un narrador antihéroe no es un escritor tradicional.

Ambos perfiles comparten la misma naturaleza pero difieren en los métodos que profesan.

El storyteller antiheroico no cumple a rajatabla con las normas más rígidas de la redacción óptima, sino que las adapta a su discreción.

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