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Halloween

Brujas, vampiros y demonios

Octubre es el mes de Halloween:

Es cuando se celebra el tránsito entre diferentes vidas, mediante el simbolismo de la muerte, lo espiritual y lo sobrenatural.

Los monstruos son los protagonistas de esta fiesta, cada uno elige a su favorito; yo me decanto por la figura del vampiro.

Los vampiros son un tema recurrente en este blog, puedes buscar entre mis posts si lo deseas, por libre y propia voluntad.

En esta ocasión voy a empezar explorando a las brujas y a sus gatos negros; seguiré con los no muertos, investigaré a los demonios internos y para finalizar, narraré un microrrelato.

Una bruja es una mujer sabia que conoce los secretos de la naturaleza que nos rodea, muy especialmente la idiosincrasia humana.

La brujería y la magia no tienen color (ni blanca ni negra); es la intención que vive en el corazón de la bruja, la que va a determinar si su hechicería será dañina o sanadora.

Los gatos negros son mágicos y bondadosos; solo si intentas perjudicarlos, recibirás un mal hado, no te busques un gato negro como enemigo.

Pon un gato negro en tu vida; neutralizan la energía negativa y corre magia por sus venas.

«La muerte no es una parte de la vida, sino solamente un intermedio; una transición de una forma del ser infinito a otra distinta.» Wilhelm Lübke.-

Me gustaría conocer cuáles son tus monstruos favoritos y saber tu opinión sobre Halloween y el tránsito espiritual; te leo abajo en los comentarios.

La sangre es vida, con condiciones…

No todos los vampiros beben sangre y los que sí lo hacen no son creíbles.

Los colmillos incisivos de los chupasangres provienen del cine y de la literatura.

En las leyendas de la antigüedad, los seres vampíricos succionaban la sangre de sus víctimas a través de sus poros; simplemente pegando los labios en la piel de su presa y sorbiendo así el torrente sanguíneo, que pasaba entonces a formar parte del sistema circulatorio del espectro (viceversa cuando deseaban propagar el vampirismo).

Si los vampiros existieran en el mundo real, no es plausible el hecho de que puedan nutrirse con sangre humana; hay quien lo ha hecho, pero no eran criaturas sobrenaturales, sino psicópatas.

Uno no puede alimentarse bebiendo sangre; este líquido vital solo es útil circulando por las arterias y las venas.

De cualquier otra forma es un desperdicio.

Ergo un auténtico vampiro no bebe sangre humana, a menos que sea un endriago antropófago y se la trague junto a la carne de sus víctimas.

Estos entes serían monstruos de aspecto horrible, que paralizarían de miedo a sus presas, para acto seguido devorarlas.

Los genuinos vampiros tienen que pasar inadvertidos conviviendo con los humanos, por lo que su apariencia debe ser la de una persona normal; pudiendo por ende, nutrirse con la energía vital de los seres vivos.

Robarían estas energías quizá a través de los chakras, mediante contacto lascivo o acoplamiento sexual, del mismo modo que los íncubos y los súcubos.

Un vampiro (masculino o femenino) hermoso puede encandilar a mujeres y hombres, logrando que se entreguen a él, voluntariamente y con voluptuosidad.

Vampiros que beben sangre o que se nutren con la energía vital o incluso con el alma misma de sus víctimas son los más conocidos; también pueden existir los denominados vampiros de la mente, que se alimentan de los pensamientos ajenos, esta modalidad no necesita contacto físico, se ejecuta mediante telepatía.

Me gustaría conocer tus experiencias vampíricas, te leo abajo en los comentarios.

El infierno puede ser divertido si lo vives con el demonio correcto.

Los demonios quieren divertirse y ser libres, por eso necesitan un infierno más grande.

Debes dialogar y hacerte amigo de tus demonios internos; en el fondo ellos te entienden, tiene que ser recíproco para que te ayuden a evolucionar.

Negociar con los demonios internos sería un inmenso batiburrillo; lo más práctico es transformar nuestro lado oscuro (reverso tenebroso mola más) en un único diablillo.

Si es solo un ente el que nos inyecta pensamientos negativos, será más fácil la conversación interior.

No podemos huir de lo que llevamos dentro (a veces permanecen agazapados en las sombras durante años y vuelven a manifestarse cuando pueden hacer más daño), por eso es imperativo el razonamiento y la convivencia.

Es un método efectivo para reconocer los miedos propios, enfrentarlos y ser uno capaz de vivir en armonía.

Ama a tu demonio, no lo temas y no huyas de él.

En caso contrario…

Resistirnos a la oscuridad conlleva desvelos y pesadillas.

El enfrentamiento con todo lo referido será espeluznante, si se toma como una confrontación violenta.

No luches, acepta lo que llevas dentro y aprende de ello; trasciende el miedo osando lo temido.

El sueño de la razón engendra monstruos bizarros provenientes de los traumas no superados, que nos atormentan con sus vagas insinuaciones.

«Cada uno es en sí mismo su propio demonio; somos nosotros los que hacemos de este mundo, nuestro infierno particular.» Oscar Wilde.-

Me gustaría conocer como procedes a la hora de identificar miedos, traumas y demonios, y de qué manera los plantas cara; te leo abajo en los comentarios.

Microrrelato: «Invocación.»

He invocado al demonio.

No soporto más el síndrome de la página en blanco.

No tengo más ideas.

Me he vaciado.

Busqué información en la Dark Web y encontré el modo de contactar con el Maligno.

No voy a contar el procedimiento, solo el resultado.

He pactado con el diablo; no con el príncipe de los ángeles caídos en la tradición judeocristiana, sino con un tipo desconocido de entidad demoniaca.

Objetivo logrado.

Tengo mis historias y he pagado un alto precio por ellas.

Me llegan en sueños, mediante nítidas visiones que siempre recuerdo; también por voces que susurran en mis oídos mientras escribo.

A la hora de abonar la deuda, mi demonio me ha revelado un secreto:

«No me necesitabas, solo tenías que salir al exterior a buscar las narraciones; estaban a tu alcance en forma de vivencias.»

Ya es tarde, a partir de ahora un espíritu vive conmigo; por siempre.

Por Satur Menchero

Conforme a mi naturaleza de Creepy Writer: germino storytelling directamente desde el sepulcro.

Mi especialización radica en el género narrativo con el que me siento más cómodo, o donde me brotan más ideas creativas.

Me defino a mí mismo como un narrador espeluznante, apasionado por la épica y el misterio; asimismo, con afán de obtener conocimientos arcanos.

Existen diversos nichos y segmentos de mercado, donde profesar mi estilo de storytelling.

Enumero algunos:

Películas, cómics & literatura del género de terror.

Promoción de estrenos cinematográficos & literarios en la susodicha categoría.

Eventos terroríficos en la temporada de Halloween.

Las populares scape-rooms con temática zombi o de misterio.

Comestibles, figuras & juguetes con formas de monstruos.

Viajes organizados y rutas variadas por lugares tenebrosos.

Disciplinas psicológicas (terapias & tratamientos) para afrontar miedos & fobias.

Solo quiero contar historias para ponerte los pelos de punta.

Mi deseo de erizarte los cabellos no es para asustarte.

Quiero provocarte todo tipo de emociones; que disfrutes y sientas placer al leerme.

Es lo que vas a encontrar si me lees:

Fantasía, motivación y bizarradas.

Elegir desarrollar mi método de creepy-storytelling: es relativo al arquetipo del producto o designio que se pone a la venta, así como al cliente ideal para ello.

Es una especialidad aparentemente insólita, pero más popular de lo que uno cree.

Es un género que se hace viral entre tinieblas.

Aunque existen niveles.

Los más radicales no son dignos de ser divulgados.

No recomiendo prestar atención a las historias que se deslizan sinuosas en la oscuridad.

Eres tú quien decide, si deseas adentrarte profundamente en las leyendas más siniestras.

Por todo lo aquí referido, me defino a mí mismo como:

Creepy Writer & Bizarre Storyteller.

Redactor intuitivo de contenido creativo.

Escritor antihéroe & bizarro.

Un narrador antihéroe no es un escritor tradicional.

Ambos perfiles comparten la misma naturaleza pero difieren en los métodos que profesan.

El storyteller antiheroico no cumple a rajatabla con las normas más rígidas de la redacción óptima, sino que las adapta a su discreción.

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