King Kong versus Godzilla

Godzilla versus Kong:

Godzilla ha besado varias veces la lona, pero siempre se levanta más poderoso para seguir batallando.

Kong no se doblega ante nadie.

En esta lid, el gorila gigante está en clara desventaja; es fuerte, ágil como simio que es, y muy vigoroso. Pero está formado por carne, sangre y huesos, y se enfrenta con un lagarto mutante que le sobrepasa en tamaño y le aventaja en miembros.

La piel de Godzilla es como una armadura biológica, ardua de ser penetrada; el saurio cuenta además con dos armas energéticas: Un chorro de energía vital que puede lanzar desde su boca a larga distancia, con un gran poder destructivo. Por otro lado la radiación nuclear aumenta su poder, llegando incluso a revivir si recibe el impacto de una explosión de ese calibre. En su supremacía, es capaz de poner todo su cuerpo al rojo vivo y hacer estallar su aura atómica; produciendo por ende, gran destrucción a su alrededor.

Las armas del aún no denominado King Kong (supongo que se ganará ese apelativo en esta pugna), aparte de sus aptitudes físicas mencionadas anteriormente, el gorila gigante cuenta con una inteligencia a nivel humano y con su capacidad de aprendizaje para elaborar estrategias; ha pasado toda su vida en Skull Island, enfrentándose a todo tipo de criaturas, ergo ha sido adiestrado en combate físico, y sobre todo, es capaz de manipular objetos y artefactos a modo de armas.

Para que Kong goce de alguna ventaja en su lucha contra Godzilla, debería poder renovar su poderío; quizá exista algún fenómeno atmosférico, que aumente exponencialmente su potencia.

A la hora de elegir bando, aunque siempre me ha gustado Godzilla, me decanto por el Team Kong porque me he sentido muy mal, cada vez que he visto a King Kong cayendo del Empire State, derribado y acribillado por aviones o helicópteros, dependiendo de la versión cinematográfica.

No quiero ver sucumbir al magnífico simio, espero que termine uniéndose a Godzilla (totalmente anfibio, bajo el agua no tiene rival el poderoso reptil); en una alianza bélica sin parangón, contra algún maligno y omnipotente rival que aparezca por sorpresa.

El quid en esta guerra de monstruos sería precisamente esa situación, que los dos adversarios tengan la opción de convertirse en aliados, para enfrentarse a un poderoso ser; este nuevo ente podría ser artificial, fabricado por los seres humanos para controlar a los titanes, pero se rebelaría contra sus creadores.

Yo prefiero la posibilidad de que todas las nuevas criaturas que surjan del abismo de lo ignoto, sean naturales; deseo que se siga explorando la faceta extraterrestre, igual que ocurrió con King Ghidorah.