Más allá de la Tormenta

La tormenta llega sin avisar. Cuando te quieres dar cuenta estás dentro de ella, atrapado. Es muy duro; no puedes elegir tu camino, solo dejarte llevar por los vaivenes de la tempestad. Finalmente el temporal amaina, es entonces cuando te das cuenta del lugar al que has llegado. Es un sitio tranquilo y hermoso, pero sobre todo, es un nuevo emplazamiento. Un universo desconocido al cuál jamás te habrías arriesgado a llegar por propia voluntad, con la única ayuda de tus propios remos. Sino hubiera sido por la tempestad, nunca habrías tenido la oportunidad de evolucionar y comenzar una nueva vida.

Se dice que hay que dejar de buscar dentro de un pozo donde ya no queda agua. Que es inútil seguir husmeando en un árbol que ya no da frutos. Cuando una estrategia no da resultados, hay que cambiarla. La duda llega a la hora de decidir cuando es ese momento. Por otro lado también se cuenta, que si estás todos los días probando llaves y la puerta no se abre, es posible que justo cuando decides abandonar, la siguiente llave sería la que encaja en la cerradura. También es posible que si profundizamos más en el pozo sin agua, terminemos encontrándola… o no.

Cierto es, que en un mundo desconocido hay que vivir con nuevas reglas. Es duro abandonar el universo conocido, para adentrarse en una tormenta o en un bosque tenebroso.

El momento perfecto para abandonar la zona de confort, es justo cuando sientas que el lugar donde resides ya no es tu sitio. Debes volar muy alto, perder de vista el horizonte, no mirar atrás. Ya sea volando hacia el cielo, navegando por el mar o caminando en el bosque; es necesario fluir con los cambios para evolucionar y transformarte en la persona que realmente eres.

Vuela… Navega… O simplemente… Camina…