Acerca de los sueños

El mundo onírico trae consigo numerosas dudas e inquietudes. ¿Para qué sirven los sueños? No pregunto para qué sirve soñar, pues entiendo que mientras dormimos, nuestro organismo descansa y se auto-regenera.

La mente fabrica sueños; lo desconocido es precisamente el significado de los sueños.

Cuando estamos soñando tenemos multitud de experiencias, vivimos vidas paralelas y ficticias, ocurren una barbaridad de sucesos, la mayoría de los cuales no recordamos al despertar. Mientras dormimos, soñamos y entonces nuestra mente produce películas con imágenes y recuerdos, no solo visuales, pues en el ensueño tenemos sensaciones con todos los sentidos.

Yo no creo que los sueños revelen el futuro, sino más bien que transmiten información de nuestros miedos y deseos; la gran mayoría de información que recibimos en ellos, no la recordamos al despertar, solo evocamos una pequeña parte de todo lo soñado.

El meollo de la cuestión es que si fuéramos capaces de adiestrar nuestra mente para ello, podríamos preguntarnos a nosotros mismos antes de acostarnos, las dudas que nos afectan; el intelecto nos proporcionaría la solución, o al menos pistas suficientes que nos ayudaran a tomar decisiones en nuestra vida cotidiana.

Soñamos continuamente con asuntos no resueltos, con viejos miedos no superados y hasta con personas que creíamos haber olvidado, incluso soñamos con personas desconocidas; lo cual provoca una nueva duda, si estas personas desconocidas con las que soñamos, son individuos creados por nuestra imaginación, o sujetos que hemos conocido en otras posibles vidas.

Luego está el tema de las pesadillas, posiblemente sean remembranzas de antiguos miedos no superados; el sueño reparador y tranquilo debería transmitir información sobre la propia personalidad, sin mentirnos a nosotros mismos, pues soñamos lo que en verdad sentimos. También vivimos experiencias fantásticas y maravillosas en nuestros sueños; podemos volar, vivir debajo del agua y en fabulosos mundos desconocidos. También es posible morir en sueños, lo que sin duda implica nuestro miedo a la muerte.

El sueño de la razón produce monstruos: Esto no significa que las criaturas aterradoras con las que soñamos existan de verdad; lo que debe querer decir, es que estos seres concretizan nuestros temores y deseos más secretos.

Los sueños transmiten información y conocimientos desde lo más profundo de nuestro ser; el desafío consiste en recordar y entender los datos que recibimos de la propia mente, que nunca nos engaña, ya que indaga directamente en recuerdos y sentimientos.

Seguiré tratando estos temas en futuros posts; para terminar me permito parafrasear a Calderón de la Barca y su famosa frase: “… La vida es un sueño… y los sueños, sueños son…”